¿El agua potable es fuente de sodio?
El sodio se encuentra en casi todos los alimentos y en el agua. El agua no es considerada una fuente de sodio porque la cantidad de sodio del agua es baja cuando se la compara con la cantidad que se ingiere con el resto de los alimentos, particularmente con la sal y los alimentos con alto contenido de sodio.
Teniendo en cuenta que, según un informe de Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA) del año 2019, el agua de red de Capital Federal y el Conurbano Bonaerense tiene una concentración promedio de 62 mg de sodio por litro y que el valor límite de ingesta de sodio establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 2000 mg por día; 2 (dos) litros de agua de red de Capital y el Conurbano Bonaerense aportan 124 mg de sodio, lo que representa el 6,2% del valor límite diario.
Aunque el agua potable (de la canilla o de red) no es considerada una fuente de sodio, es común que algunas personas y profesionales de la nutrición y la salud elijan y recomienden el consumo de agua baja en sodio (envasada). Según el Código Alimentario Argentino (CAA), un agua mineral natural o un agua mineralizada artificialmente (envasada) baja en sodio es aquella que contiene menos de 20 mg de sodio por litro.
En las Guías para la calidad del agua potable, la OMS afirma que no se pueden extraer conclusiones definitivas con respecto a la posible asociación entre la presencia de sodio en el agua y la hipertensión arterial.
Además, es importante tener en cuenta que el agua nos aporta muy poca cantidad de cloruro de sodio (o sal, que es el principal factor responsable del aumento de la tensión arterial) y que nos aporta otras sales como bicarbonato de sodio (que no aumenta la tensión arterial o que tiene un efecto inverso; es decir, que la reduce).
En conclusión, el agua potable no es fuente de sodio porque el aporte de sodio proveniente del agua es bajo en comparación con otros alimentos (aunque se consuman 2 litros o más) y hasta el momento no hay evidencia científica que afirme que la presencia de sodio en el agua se asocia con el aumento de la tensión arterial.