El arte de acostumbrar a las plantas a vivir con los humanos: la domesticación

¿Cómo llegaron los cultivos a ser como son hoy? Si el agricultor no los cuidase ¿se extinguirían? ¿Por qué son tan importantes para la humanidad? Estas y muchas otras preguntas llegan de la mano de una palabra: domesticación, que no es nada más ni nada menos que adaptar especies de animales y plantas a las necesidades humanas.

La humanidad ha cambiado y mejorado diversas especies silvestres para hacerlas comestibles y adaptarlas a nuestras necesidades. ¿Cómo lo hizo? Utilizando diversas técnicas de mejoramiento. Te iremos contando cuáles son estas técnicas y explicando una por una a lo largo de diversos artículos, ¡una técnica por mes!. En esta primer entrega: la DOMESTICACION. 

Los científicos calculan que en el mundo hay alrededor de 310 mil especies de plantas, de las cuales 2.500 están domesticadas; es decir que los seres humanos las han sometido a un proceso de modificación para controlar su reproducción, sobrevivencia, tamaño, etc. para poder aprovecharlas más eficientemente como alimentos, fibra o energía.

En un lugar muy, muy lejano y hace mucho tiempo…

En Medio Oriente, hace aproximadamente 12 mil años, los primeros humanos sedentarios “acostumbraron” al trigo a vivir con ellos en sus asentamientos. Un poco después pasó lo mismo con el arroz y la soja en China y hace unos 7 mil años en Mesoamérica con el maíz, los porotos y la calabaza. En los Andes, por la misma época, con la papa y, finalmente, hace unos 5 mil años en el Este de Estados Unidos, con el girasol. 

Sitios de domesticación de los principales cultivos

Este acostumbramiento, llamado evolución o mejor dicho coevolución (entre las plantas y los humanos), fue modificando las características de las especies para satisfacer las demandas de las personas. Así, de un maíz primitivo con cinco granos por espiga y muchas espigas por planta pasamos al maíz actual de 800 granos por espiga y solo una o dos de estas por planta o de un arroz primitivo con plantas laxas y panojas que desprendían los granos al madurar a un arroz con plantas erectas y panojas indehiscentes (conservan los granos). 

Lo primero en lo que se enfocaron los agricultores en la antigüedad fue en facilitar el cultivo y la cosecha. Así se modificaron hábitos de crecimiento, tamaño de las plantas y las semillas y, fundamentalmente, la dehiscencia que dificultaba la cosecha.

Aquí van algunos ejemplos y curiosidades de la domesticación:

• Las berenjenas tenían espinas

• Las sandías no eran rojas ni dulces

• Las papas y los tomates eran especies tóxicas

¡Sí! Mutaciones

El hábito de esos primeros agricultores de elegir las plantas más adaptadas a sus necesidades y sembrarlas nuevamente fue “presionando” para establecer los cambios deseados; es decir que esos cambios pasaran de generación en generación (fueran heredables). Esos cambios, mutaciones, se fueron acumulando y así se logró la domesticación de los cultivos. 

En la domesticación del arroz, dos mutaciones puntuales fueron las causantes del crecimiento erecto de las plantas y la indehiscencia de las panojas.

No es lo mismo

Después de la domesticación el trigo no es el mismo trigo, ni el maíz el mismo maíz que hace 10 mil años. Son especies diferentes genética y morfológicamente y hasta tal punto han sido adaptadas a los cuidados humanos, que sin estos no podrían sobrevivir. 

Estas especies domesticadas primero y después mejoradas permiten aumentar la producción por unidad de superficie y proporcionar alimentos más nutritivos de manera sustentable.

De las 2.500 especies domesticadas, solo cinco son la base de la alimentación mundial: arroz, trigo, maíz, soja y papa. El arroz aporta las calorías necesarias para la mitad de la población mundial y la soja es el grano base que se transforma en proteína animal: carne, leche y huevos.

Vale la pena aclarar que seguimos domesticando especies. La quinoa es una de ellas.

Bonus track para saber más: Mutación es cambio y el cambio, evolución

Las mutaciones son cambios en el material genético (ADN, cromosomas). Estos pueden ser grandes (ruptura y rearreglo o cambio en el número de cromosomas) o pequeños (cambio en una o dos bases del ADN). Por ejemplo, el fruto del banano hoy es suave y sin semillas porque cambió la cantidad de cromosomas en sus células. Pasó de tener dos juegos de cromosomas a tener tres (por eso lo llamamos triploide). Por otro lado, la pérdida de tres bases en el ADN del sorgo hizo que las semillas no se desprendieran al madurar (indehiscencia).

Coevolución ¿Domesticamos las plantas o ellas nos domesticaron a nosotros?

La domesticación es el resultado de la coevolución entra plantas y seres humanos; es decir que los cambios fueron recíprocos: las plantas cambiaron y los humanos también. A medida que se domesticaban las plantas, los humanos pasaron de nómades a sedentarios y a formar comunidades a medida que aumentaba la población. Luego con el aumento de la superficie cultivada y de la producción inventaron herramientas y técnicas dando nacimiento a los oficios.

¡Nos vermos en el próximo artículo con más técnicas de mejoramiento!