Aptitud sanitaria de envases plásticos alimentarios

Los materiales plásticos tienen hoy día un auge significativo en el envasado de productos, con especial énfasis en alimentos y bebidas.

Los mismos están constituidos por el polímero (1) o resina base, de alto peso molecular, e inerte respecto de los productos en contacto, y los componentes no poliméricos residuos de polimerización (2) (por ejemplo, monómeros y aditivos), de bajo peso molecular, y susceptibles de transferirse a los alimentos.

Los materiales plásticos, como todos los otros materiales utilizados en la fabricación de envases presentan interacciones con los productos. En aquellos, la principal interacción desde el punto de vista sanitario y sensorial, es la migración de componentes no poliméricos hacia los productos contenidos. En particular, para aplicaciones sanitarias (envasado de alimentos, fármacos y cosméticos) la migración debe ser evaluada y controlada. Estos análisis son uno de los requisitos de una evaluación más completa, que es la determinación de la aptitud sanitaria.

Los principales objetivos y funciones de los envases plásticos alimentarios son los siguientes:

- contener el producto en unidades de venta definidas;
- permitir el transporte;
- proteger al producto de agentes externos de deterioro;
- minimizar las pérdidas de dióxido de carbono y aromas, por el fenómeno de permeabilidad, entre el producto y el medio ambiente;
- permitir la expansión de nuevos sistemas de comercialización (super e hipermercadismo);
- soportar condiciones normales y predecibles de proceso y uso;
- brindar información mediante la rotulación, tanto obligatoria como voluntaria;
- presentar elegantemente el producto (atraer al consumidor);
- producir, dentro de lo posible, el menor impacto sobre el medio ambiente;
- adaptarse a los requisitos de grupos especiales de consumidores (público de la tercera edad, público con discapacidades);
- tener capacidad de sustentar promociones y premios (básicamente en la tapa);
- ser aptos sanitariamente.


Un envase o material en contacto con alimentos es apto sanitariamente cuando:

- está fabricado con polímeros y aditivos que están incluidos en listas positivas;
- cumple el límite de migración total;
- cumple requisitos específicos en algunos casos (por ejemplo el límite de migración específica de algún compuesto o el máximo contenido de un componente en el material plástico);
- no produce variación de los caracteres sensoriales del alimento que contiene.


La migración es la transferencia de componentes no poliméricos desde el plástico hacia el alimento o sus simulantes, en condiciones reales de elaboración, almacenamiento y uso del producto, o en las condiciones equivalentes de ensayo en laboratorio.

Los caracteres sensoriales de los alimentos envasados, tales como color, olor, sabor y flavor(3), no deben variar como consecuencia de su contacto con los materiales del envase (cuerpo, tapa, otros accesorios).

Las Normas ISO 13302:2003 e IRAM 20021:2004 definen como taints a los olores y flavors indeseables originados en los alimentos por sustancias que migran desde el envase.

Generalmente las sustancias que confieren olor, sabor o flavor, migran en cantidades inferiores a los límites toxicológicos permitidos, pero producen alteraciones sensoriales de los alimentos, rechazo por parte del consumidor, y reclamos comerciales entre el proveedor del envase y el productor de alimentos.

El estudio de esta problemática se puede encarar mediante análisis sensorial (paneles entrenados), métodos instrumentales (principalmente GC (cromatografía gaseosa) y GC-MS (cromatografía gaseosa/espectrometría de masa), y técnicas combinadas. Un ejemplo de estas últimas es la olfatometría, que combina los datos aportados por la señal cromatográfica con la respuesta sensorial del panelista entrenado.

El Código Alimentario Argentino (CAA) (Capítulo IV - Envases) en el Artículo 212, así como la Legislación MERCOSUR vigente (Resolución GMC (Grupo Mercado Común) 56/92 establece la prohibición del reuso de envases plásticos para alimentos.

Sin embargo existen tres excepciones a esta prohibición general:

a) los envases retornables de PET para bebidas analcohólicas carbonatadas (Artículo 196 bis del CAA, y Resolución GMC 16/93 del MERCOSUR). Estos envases están disponibles en el mercado local.

b) los envases de PET tricapa (conteniendo una mezcla de material virgen y de material post-consumo reciclado descontaminado en la capa intermedia) para bebidas analcohólicas carbonatadas (Artículo 212 bis del CAA, y Resolución GMC 25/99 del MERCOSUR).

c) los envases de PET monocapa (conteniendo una mezcla de material virgen y de material post-consumo reciclado descontaminado) para alimentos (ANEXO del capítulo IV del CAA, y Resolución GMC 30/10 del MERCOSUR). Se ha instalado una planta recicladora en el norte del Gran Buenos Aires, que producirá PET reciclado grado alimentario, a partir de botellas provenientes de los desechos sólidos domiciliarios e industriales.

La evaluación de la migración es obligatoria en el caso de los envases alimentarios, por ejemplo según el Código Alimentario Argentino, la Legislación del MERCOSUR, de la Unión Europea y de la Food and Drug Administration (FDA) de USA, y constituye una metodología objetiva para verificar la aptitud sanitaria de aquéllos. Permite comprobar la conformidad con los requisitos sanitarios obligatorios y también predecir problemas de índole sensorial, que aunque no generan un riesgo para la salud del consumidor, pueden producir reclamos comerciales.

Los estudios de migración, realizados generalmente por laboratorios especializados de Institutos de Investigación y Desarrollo y Universidades, son una importante herramienta de apoyo a las autoridades sanitarias competentes, lo que es de interés para la preservación de la salud pública, y a la industria, para evaluar la calidad de sus envases. Además, los estudios de migración son una herramienta de investigación y desarrollo que aumenta el conocimiento, por parte de la industria y del sistema científico-tecnológico, de los materiales que se utilizan en nuestros países y su interacción con los alimentos envasados.


Autor: M.S. Ing. Alejandro Ariosti


Para mayor información:

- Alejandro Ariosti. Capítulo 5: "Aptitud sanitaria de envases y materiales plásticos en contacto con alimentos" (págs. 85-100). En: "Migración de componentes y residuos de envases en contacto con alimentos", Ramón Catalá y Rafael Gavara (editores), Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos. Valencia, España, 2002. ISBN: 84-920942-4-9.

- Gisela Kopper y Alejandro Ariosti. Capítulo 14: "Food Packaging Legislation: Sanitary Aspects" (págs. 227-261). En: "Ensuring Global Food Safety - Exploring Global Harmonization", Christine E. Boisrobert, Aleksandra Stjepanovic, Sangsuk Oh y Huub L. M. Lelieveld (editores). Academic Press, Oxford, UK, 2009; Elsevier Inc. USA, 2010. ISBN: 978-0-12-374845-4.


Referencias:

1. Polímero: molécula grande (macromolécula) formada por la unión de moléculas pequeñas llamadas monómeros.
2. Polimerización: proceso químico artificial por el cual, a partir de moléculas elementales llamadas monómeros, se obtienen cadenas muy largas de moléculas llamadas polímeros.
3. Flavor: Conjunto de sensaciones olfativas, gustativas, táctiles, que se producen en la cavidad bucal y nasal al degustar un alimento.