La yerba mate, protagonista de la identidad argentina

Aunque en la alacena de muchos argentinos nunca falta yerba, la yerba mate es una planta “difícil” para los que la cultivan y producen. Conocé cómo trabajan quienes producen yerba para que no nos falte el mate. Además, las principales propiedades de esta infusión tan querida y tan nuestra.

Tomar mate es una costumbre enraizada en la esencia argentina, sello distintivo de nuestra identidad. Se consume en el 98% de los hogares de Argentina y por eso, ¡necesitamos mucha yerba mate!, lo cual explica por qué es un cultivo económicamente tan importante. Abarca un área de 300 mil hectáreas en sistemas agroforestales (ecosistemas donde conviven árboles y pastos o cultivos agrícolas) de Argentina, Brasil y Paraguay. En esta región se producen anualmente más de un millón de toneladas, siendo Argentina el principal productor (85% del total) y exportador. De las casi 900 mil toneladas de yerba argentina, la mayoría se destinan al mercado interno y el remanente se exporta a Sudamérica, Europa y Asia.

¡Empieza la ronda de mate!

El arraigo del mate en la sociabilización de nuestra población es bien conocido por todos y un sello distintivo de la identidad de Argentina, aunque también se toma mate en otros países de América del Sur, como Uruguay, Paraguay, Bolivia y Ecuador. La “ronda de mate” de mate es una excusa para un encuentro, una charla. El mate es para algunos hasta una compañía. Más allá de este aspecto cultural, las infusiones de yerba mate tienen propiedades beneficiosas. Por su alta concentración de polifenoles, tienen un gran poder antioxidante. ¿Sabías que la yerba mate tiene un 90% más de antioxidantes que el té verde? Además, el mate cebado tiene propiedades diuréticas, coleréticas (estimula la secreción y excreción de bilis), laxantes y estimulantes (por su contenido en xantinas como cafeína, teobromina, teofilina). En Argentina existen varios centros de investigación que están estudiando otras propiedades que podría tener la yerba mate o el consumo de mate cebado.

Si bien la yerba mate contiene vitaminas (C, B3, B1 y B6) y minerales (magnesio, potasio, hierro, calcio, fósforo y sodio) es importante tener en cuenta que el aporte nutricional del mate cebado o de las infusiones de yerba mate es limitado. El mate acompaña usualmente nuestros desayunos y meriendas, se sugiere que el consumo de mate no reemplace estas comidas (que se caracterizan por aportar nutrientes importantes como proteínas, fibra, vitaminas y minerales) y se recomienda limitar la cantidad de azúcar agregada o consumirlo sin agregado de azúcar.

Las infusiones de yerba mate se pueden tomar frías, calientes, en tragos o platos. Si se elige tomar el tradicional mate caliente, se recomienda que la temperatura no sea mayor de 70°C, ya que el consumo de infusiones de yerba mate a temperaturas mayores puede causar lesiones crónicas de la mucosa en boca, faringe, laringe y esófago, que podrían tener un efecto carcinogénico. En caso de gastritis, úlceras, enfermedades hepáticas y/o diarrea su consumo está contraindicado. En cualquiera de estos casos, se recomienda consultar con el médico.

 
¿Cómo y quiénes trabajan para mejorar nuestros mates?

La planta de la yerba mate (Ilex paraguariensis) es oriunda del nordeste de Argentina, suroeste de Brasil, y este de Paraguay. Es un árbol que puede llegar hasta los 15 metros de altura y crece naturalmente bajo árboles más altos, en zonas sombreadas y húmedas. Es una especie dioica (con plantas masculinas y femeninas) y esta característica es una de las principales limitantes para el fitomejoramiento, ya que es muy difícil distinguir las plantas masculinas de las femeninas hasta la primera floración, la cual ocurre entre 3 y 10 años después de la germinación, retrasando así la selección de las plantas con características de interés.

Además, hay mucha heterogeneidad entre las plantas y cada una contribuye en baja proporción al rendimiento del cultivo, principalmente debido a la escasez de agua; ya que naturalmente la planta crece a la sombra de otras, protegida de la luz solar directa y con elevada humedad.

Estos inconvenientes han direccionado los programas de fitomejoramiento de acuerdo a diferentes estrategias tendientes a reducir la heterogeneidad (variabilidad) no deseada, por ejemplo: clonar plantas de alto rendimiento y seleccionar plantas tolerantes a virus o a condiciones de estrés hídrico.

Seleccionar plantas de yerba por su producción de hojas es una tarea sumamente laboriosa, ya que incluye tareas de poda, eliminación de hojas improductivas y cuantificación de la masa foliar de cada árbol. La selección temprana de los mejores ejemplares se ve dificultada por la larga vida de la planta y su tardanza para dar las primeras flores.

Generalmente, un programa de mejoramiento de yerba mate incluye la evaluación de plantas en diferentes ambientes para luego elegir las mejores. Esas plantas seleccionadas se usan como padres para realizar cruzamientos y luego de sucesivas temporadas de selección y cruzamientos se obtienen plantas homogéneas entre sí, con características estables (las heredan a sus plantas hijas), que constituyen un nuevo cultivar.

Para tener más herramientas dedicadas al mejoramiento, un grupo de investigadores de CONICET, de la Universidad de Misiones e INTA caracterizaron los 32.355 genes de la yerba mate, entre los cuales se encuentran los que están relacionados con la fabricación de la cafeína (mal llamada mateína por algunos) y con la resistencia a algunas enfermedades. También el uso de marcadores moleculares[i] para evaluar las plantas y seleccionarlas en etapas tempranas constituye una herramienta importante para acortar los tiempos del mejoramiento.

En nuestro país, el INTA viene trabajando desde hace décadas en el mejoramiento de esta especie y ha inscripto cerca de una docena de variedades en el Registro Nacional de Cultivares y en el Registro Nacional de Propiedad de Cultivares (RNPC) del Instituto Nacional de Semillas (INASE). Más recientemente la empresa “Las Marías” registró dos nuevos cultivares.

La tarea de desarrollar una nueva variedad requiere de muchos años de trabajo. En el caso particular de la yerba mate, dadas las características de la planta antes descriptas, el proceso es más largo aún. Es por esto que el trabajo de los investigadores y fitomejoradores es clave, para que podamos seguir tomando mate tranquilos, sin temor a que se nos termine la yerba…


Si te gusta el mate o te interesa aprender más sobre esta infusión, encontrás mucha información en www.yerbamateargentina.com.ar y también en un interesante video de TecTV


 

Foto de portada Jorge Zapata - Unsplash

 


Referencias

- Análisis Tecnológicos y Prospectivos Sectoriales. (2016). Complejo Agroindustrial de Yerba Mate y té Disponible online en: http://www.mincyt.gob.ar/adjuntos/archivos/000/047/0000047513.pdf

- Debat, H.J.; M. Gabriele, P.M. Aguilera, R.E. Bubillo, M.B. Otegui, D.A. Ducasse, P.D. Zapata and D.A. Marti (2014) Exploring the Genes of Yerba Mate (Ilex paraguariensis A. St.-Hil.) by NGS and De Novo Transcriptome Assembly. PLoS ONE 9(10): e109835. doi:10.1371/journal.pone.0109835.

- Instituto Nacional de Semillas (2019) Catálogo Nacional de Cultivares. Disponible online en: https://gestion.inase.gov.ar/consultaGestion/gestiones

- Interés científico - Mejoramiento Genético. Disponible online en: http://promatear.biargentina.com.ar/estado-del-arte/interes-cientifico/mejoramiento-genetico

- Sansberro, P.; H.Y. Rey and L.A. Mroginski (2001) In Vitro Culture of Zygotic Embryos of Ilex Species. HortScience 36(2): 351-352.

- Stein, J.; C. Luna, F. Espasandin, M. Sartor, F. Espinoza, J.P.A. Ortiz, P. Sansberro y S.C. Pessino (2014) Construcción de un mapa genético de yerba mate (Ilex paraguariensis). Ciencias Agronómicas XXIII: 7-15.

- Wendling, I.; J.A. Sturion, C.A. Stuepp, C.A. Fioravante Reis, M.A. Patto Ramalho and M.D. Vilela de Resende (2018) Early selection and classification of yerba mate progenies. Pesq. agropec. Bras. 53(3): 279-286. DOI: 10.1590/S0100-204X2018000300002.

 

[i]

Un marcador molecular es un segmento de ADN que está muy cerca de un gen de interés para el fitomejoramiento. Este marcador es fácil de “ver” usando técnicas de laboratorio, mientras que el gen no lo es. Así, sabiendo que el marcador está presente nos aseguramos que también está el gen de interés y por eso decimos que un marcador molecular es como el humo que sube al cielo y permite identificar el incendio que está ocurriendo en el medio del bosque.